miércoles, 9 de diciembre de 2009

Imaginense

Ok imaginense esto… Tienen encargado un proyecto, quizas de tu trabajo o quizas encargado por algún cliente. No importa realmente. Lo que importa es que deben terminarlo… y rápido.

El dia anterior trabajaron 14 horas en ese proyecto. Se acostaron porque simplemente el cerebro no daba para mas, pero estaban completamente consciente que mañana tienen programada otra cita de 14 horas.

Se levantan con ánimos. No tantos como ayer, pero tienen una meta en su mente y saben que no es parte de ustedes no cumplirla. Hay, sin embargo, una pequeña alarma de supervivencia haciendo ruidos, apenas perceptibles, en lo profundo de sus mentes. Quizás algo que tus antecesores de miles de años atrás desarrollaron para sobrevivir en situaciones adversas. O quizás, un presentimiento. Trabajan toda la mañana, almuerzan y de vuelta al trabajo. Trabajan toda la tarde. Ahora cada hora pesa mas y las idas a tomar agua o al baño son mas frecuentes. Estas empiezan a convertirse en excusa para separarse del trabajo aunque sea unos minutos.

Saben que están cerca de terminar y se dicen a si mismos. “ok, termino este ultimo módulo y lo dejo hasta aquí por hoy. Después como recompensa voy a hacer lo que sea que me provoque, preferiblemente alguna actividad donde no se involucre el cerebro.”

Ahora están mas cerca, ya están por terminar y les llega un presentimiento de que algo terrible esta por pasar. Voltean hacia la ventana. La noche esta oscura como siempre, pero por alguna razón hoy sienten miedo de ella. Pero hay trabajo pendiente y no hay tiempo para miedos, quizás después.

Siguen concentrados, pero escuchan ruidos extraños. Como están cansados toman la situación como excusa para descansar un rato. El ruido viene de la sala, lo reconocen, es la puerta del balcón abriendo y cerrándose. Pero hay algo mas. Parece un gemido, definitivamente proviene de algo orgánico, pero por un breve momento sienten que quizás NO proviene de algo orgánico, El ruido es diferente. Quizás proviene de algo que en algún momento fue orgánico. Sacuden sus cabezas y se rien por dentro de las tonterias que pueden pensar. Caminan hacía el balcón y dejan escapar un embarazoso suspiro de alivio cuando se dan cuenta que es solo un gato. Se prometen a si mismos que nunca nadie se va a enterar del incriminador suspiro (No mucho tiempo después rompen su promesa publicándolo en internet). Se dan cuenta que sus cansadas mentes están empezando a jugarles trucos. El gato los mira fijamente a los ojos. Ustedes podrían jurar que si no fuese simplemente un animal con muy limitadas capacidades de razonamiento, parecería que el gato intenta comunicarles algo. El gato da media vuelta y huye por el balcón hacía la noche. Pera deja detrás de si lo que ocultaba entre sus garras. Un disco deforme de color blanco. Como si algo se hubiese derretido. Extrañados inspeccionan el objeto y se dan cuenta que es un pedazo de cera derretida. No le dan mucha importancia al asunto porque, porque hay dos creencias muy importantes por las cuales rigen sus vidas. La primera de ellas es que todo el mundo debería ser libre de comprar los dólares que quisieran y la segunda es que todo gato puede escoger como su juguete predilecto lo que prefiera. Incluso si dicho juguete es raro como un pedazo de cera derretida… Pero, realmente, de donde saco la cera? Y porque estaba derretida?. Esto simplemente les refuerzas su presentimiento de que hay algo importante que están olvidando. Algo realmente importante.

Siguen trabajando. 80% completado empiezan a sentir la satisfacción del trabajo hecho o casi hecho por lo menos.

Deciden escapar un rato a beber su décimo segundo vaso de agua y van a la cocina. Se golpean dolorosamente el dedo meñique porque la sala esta oscura y sus hijos pequeños siempre dejan juguetes regados por todos lados. En la cocina pisan algo que no deberían de haber pisado y se preguntan ¿Qué será lo que sus hijos dejaron regado esta vez? Encienden la luz y observan dinero regado en el suelo. Exactamente, DINERO y ya que sus parejas e hijos se fueron a visitar a la suegra en otra ciudad hace un par de días dejándolos completamente solos. No se pueden explicar que hace ese dinero allí.

Empiezan a sacar conclusiones y ninguna es mas bonita que la otra. Quien dejo este dinero aquí? No estoy solo acaso? Y el pánico empieza a hacer presencia. Ladrones?, pero no pareciera que se hayan llevado nada. Además, sería capaz de apostar que el modulo operandis de los ladrones rara vez consiste en dejar dinero en los hogares de sus victimas. Es mas, ellos hacen justo lo contrario. Algo muy extraño está pasando aquí

Mientras siguen esta línea de pensamiento sienten como un frío le recorre la columna y sus manos empiezan a sudar. Recuerdan entonces vagamente lo que el triponcito de “Sexto Sentido” dijo al respecto. Algo que ver con fantasmas en la habitación. Mientras recogen y guardan el dinero (en su bolsillo por supuesto) se regañan a si mismos por tan siquiera dejar que su mente se desvíe en esa dirección y deciden olvidar el asunto por el momento. Después de todo hay cosas mucho mas importante de las que preocuparse en el momento y un trabajo que terminar para mañana. Adicionalmente hay algo que deben recordar que simplemente los evade… No hay de que preocuparse, sin embargo, eventualmente lo recordarán, solo esperan que para ese momento no sea demasiado tarde.

Caminan nuevamente hacia su estudio, sabiendo que olvidaron el agua que iban a beber originalmente, pero por alguna razón ya no tienen tanta sed. Aunque se sienten avaramente tentados de regresar a la cocina solo para ver si vuelven a encontrar dinero regado en el suelo y agradecer con todo su corazón al vivo o no vino que lo esté poniendo allí. No lo hacen y mientras se inclinan para sentarse en frente del computador esa memoria que tanto los había evadidos se hace presente…


Es en ese momento que oyen los gritos. Asustados se levantan rápidamente de la silla y miran hacia la ventana y es allí que lo ven venir. El horror los embarga y en menos de la mitad de un segundo ya han imaginado todo lo que pasaría cuando los alcanze, las consecuencias que se desencadenaran y las cosas que perderán. La siguiente mitad del segundo es comandada por la negación. Que se puede hacer antes de que me alcance? Hay tiempo? No. Esto no me puede pasar a mi. Es real? Pero la etapa de negación no duro mucho tiempo porque es claro que nunca serán lo suficientemente veloz para evitar lo que se avecina.

De repente todo tiene sentido. Mientras observan a través de su ventana como rápida y progresivamente cada uno de los sectores vecinos se quedan sin energía eléctrica. El entendimiento y la claridad les llegan. La masa de cera derretida que obviamente el gato había tomado de la mesa de noche de la habitación donde se tiene siempre una vela debido a los frecuente cortes en el suministro eléctrico. El dinero regado en la cocina, que habían escondido debajo de un adorno, hace un par de semanas, para invertirlos en la compra de un UPS. Esperaban con ello contar con al menos 10 minutos para guardar cualquier trabajo que tuvieran en el computador cuando se fuera la luz. Se dan cuenta que al dejar la puerta del balcon, por donde entré el gato, abierta, la brisa debió haber movido el adorno y volado los billetes al suelo de la cocina. Y se reprochan haber olvidado hasta estos momentos lo que pudo haber sido la diferencia. Esa conversación, no menos de 3 dias atrás, en la cual su amiga Germania les comenta una de sus locas teorías de conspiración “No te has dado cuenta que todos los martes a las 8 se va la luz”. La cual les pudo haber parecido muy interesante en el momento, pero como dolorosas experiencias anteriores les han demostrado que nunca deben de hacer caso de las cosas que dice su amiga Germania, simplemente la ignoran (sin contar que es sumamente divertido y relajante ignorarla). Ahora a pocas décimas de segundo para que el sector donde viven se quede sin luz y a míseros centímetros del teclado de su computador mas específicamente de las teclas “Ctrl” + “S” que poseen un envidiable poder para guardar todo el trabajo hecho hasta ahora en el disco duro, la inescapable realidad les abofetea la cara. Pronto perderán gran parte del trabajo de las últimas horas y deberán, desde la oscuridad de su sala, llamar a su “muy importante cliente” y decirle que no le podrán entregar el trabajo para mañana como habían acordado. Mientras piensan esto ultimo el apagón los alcanza y ya no queda absolutamente nada que hacer al respecto.

Ahora es momento de asignar culpas. Pero, realmente, que se gana con culpar a alguien mas aparte de ustedes mismos. Supongo que si están en una situación o ambiente que se preste a este tipo de cosas regularmente y ustedes no buscan la forma de preparse para ello o, mejor aun, cambiar de ambiente, entonces a quien mas culpar excepto ustedes mismos. Incluso si ustedes ya han tomado los pasos necesarios para “cambiar de ambiente” y esto no ha pasado bueno. Bueno esa es la vida, que se le va a hacer. Solo esperemos que logremos cambiar de ambiente pronto.