El miércoles pasado, 26 de Enero, fue el Día de Australia. Como es considerado un dia feriado y no se trabaja decidimos ir a la playa y aprovechar el verano junto a su sol mientras se tiene.
La estábamos pasando bien chévere, pero como siempre a mi me dieron ganas de ir al baño y todavía no me quería meter al agua. Esto en Venezuela no era mucho problema. Simplemente te acercabas a una palmera que estuviera alejada o detrás de un carro y listo. Aquí en Australia nunca he visto a nadie haciendo eso así que no me atrevía.
Sin embargo, siempre hay una solución a la mano. Un centro comercial, uno de esos baños públicos que parecen naves espaciales o, algún parque. Muchos de estos últimos tienen baños y como esto es Australia tu sabes que puedes caminar en cualquier dirección durante 15 minutos y te vas a encontrar uno de esos.
Así lo hice y camine hasta el parque que ven en la foto y lo que me encontré fue a una muchedumbre de jóvenes australianos celebrando el aniversario de la llegada de la primera flota a Australia y el nacimiento de la patria a la cual pertenecen. O, como mi compañera de trabajo Louisse lo define “Una excusa para disfrazarse de bandera, actuar estúpidamente, irrespetar las leyes y emborracharse hasta la inconsciencia.”. Extraño esos días. Así era el ambiente…
Se podía respirar el ambiente festivo
Algunas personas se trajeron su tienda de acampar y otras una casa.
Pero todos se trajeron sus parrillas.
y los pocos que no usaban las famosas parrilleras de los parques
La gente se bañaban en sus piscinas mientras eran tropezados por los que hacían deportes.
La atracción del día, sin embargo era el tobogán donde hasta las chicas se lazaban con sus perros.
Para las 5 de la tarde había 3 carros de policías y como 20 oficiales apostados en los bordes del parque, simplemente asegurándose que nada fuera de lo normal sucediese.
El ambiente me recordó mucho a mi Acarigua natal donde todos los fines de semana la mitad de la población adolescente de la ciudad se reunía en una avenida larga poco transitada de la ciudad, estacionaban sus carros y a beber.
Sin embargo, las dos ocasiones que pase por el parque no fueron sin incidentes. La primera, cuando tomé las fotos, se me acerco un chamo y me dijo “Hey Man! You are wearing a bakka hat”. Yo no tenía ni idea de lo que “bakka” significaba, pero me daba la impresión que tenía algo que ver con mujer o algo por el estilo así que mentalmente insulté al vendedor donde lo compré porque específicamente le había preguntado si hombres podían usar ese estilo de sombrero. Le respondí “Thanks for letting me know man” porque no sabía que mas decir y el chamo se alejó riéndose.
Cuando llegue a la playa le pregunte a Dave lo que “bakka” quería decir, en caso de que fuera necesario mandar a Dave a defender mi honor, pero Dave no tenía ni idea de lo que eso quería decir y que probablemente el tipo estaba borracho. Le agradecí al Capitán Obvio por su inutilidad, o posiblemente cobardía porque personalmente creo que si sabía lo que significaba, pero se estaba haciendo el loco, y deje la cosa hasta ahí.
El segundo incidente sucedió cuando la naturaleza me obligo a acercarme hasta allá nuevamente. Esta vez ya casi lo lograba y salía del lugar sin incidente que reportar, pero mientras pasaba me dijeron “Hey Beutiful!” en un tono de voz mas grave de lo que esperaría. Volteé para ver la fuente del halago y era un chamo el que me sonreía. Empecé a caminar mas rápido porque ese no es definitivamente el tipo de persona que me atraé. Era rubio.
De vuelta en el campamento, y después de guardar el sombrero en las parte mas oscura y clandestina de mi bolso, Dave y yo empezamos a prepararnos para el evento principal del día, Snorkel!
Armamos la tienda y preparamos el equipo. Dave, como todo australiano, tiene una obsesión, nada saludable con los deportes y éste en particular no es la excepción así que tiene todos los equipos necesarios incluyendo mascaras, chapaletas, trajes de buceo, etc
Debo confesar que el snorkel me gusto mucho. Creo que por todo aquello de preparar los equipos y ponerse los trajes y si no fuese por la parte en la que te tienes que meter en el agua congelada llena de animales raros este seria definitivamente mi deporte favorito. Bexi, sin embargo, estaba mas emocionada que yo e insistió en que me tomara fotos. Como se supone que era un dia para pasarla bien y para evitar la pelea me deje tomar algunas fotos.
Cuando el momento de la verdad llegó y nos adentrábamos en el mar, poco a poco como dos vaqueros cabalgando rumbo al sol en el lejano oeste (ojo no del tipo Brokeback Mountain) me empecé a arrepentir de todo. El agua estaba helada y quien sabe cuantos bichos raros habrían por ahí.
Dave se percató de mi dilema y para reconfortarme me dijo que el helicóptero que justo había pasado por sobre nuestras cabezas estaba ahí para avisarnos de cualquier amenaza de tiburón y mientras lo veía alejarse hacía la siguiente playa no pude evitar sentirme solo por segunda vez desde que estoy aquí en Australia.
Pero una de mis principales características ha sido siempre mi valentía, así que ignoré el frio y cualquier cosa que pudiera estar merodeando en esos momentos debajo del agua y seguí adentrándome en el mar.
Fue una experiencia maravillosa y de lo único que me arrepiento es de no contar con una cámara para tomar fotos de ella. Algo pasa que después de que te sumerges por completo en el agua. El frio desaparece y es allí cuando te puedes concentrar libremente en disfrutar el paisaje.
Me sentí como cuando salgo a caminar por las calles de Adelaide… en paz, viendo hermosas casas, algunas antiguas y otras modernas, viendo arboles y verde en todas direcciones, admirando la integración de hombre y naturaleza en perfecto balance. Excepto que no habían casas o árboles o balance alguno, pero si había definitivamente paz. No se porque, pero esa última palabra se ha convertido en una de las cosas mas importantes para mi y es tan ambundante por aquí.
Cuando terminamos y después de guardar celosamente los tesoros encontrados que en la foto nos encontramos con unos amigos y decidimos irnos al C.B.D. Allí disfrutamos de un concierto gratis y de fuegos artificiales.
Debo admitir que disfrute el dia.
