Williams es un brasilero que conocí en un curso de como buscar trabajo. De regreso en Brasil Williams participaba en triatlones y eventos de resistencia parecidos. Williams es un gran fánatico de las bicicletas y una de las primeras cosas que hizo cuando llegó aquí a Adelaide fue comprarse una bicicleta profesional. De esas que pueden llegar a costar un par de miles de dolares. De hecho él se toma la cosa tan enserio que tiene los trajes especiales de ciclismo y hasta los zapatos especiales que traen ganchitos y evitan que el pie se deslize del pedal.
Como yo estoy en una onda saludable desde que llegué aquí a Australia, lo fastidié para que salieramos a recorrer la ciudad en bicicleta. En Sur Australia hay una organización llamada BikeSA que se encarga de promover el uso de bicicletas en el estado e incluso tienen varios puntos en la ciudad donde con solo dejar tu pasaporte te prestan una bicicleta. ¡Gratis! Nos encontramos en el C.B.D y fuimos a uno de esos puntos para pedir préstada una de ellas para mi.
Como aquí en Australia son fanáticos de las leyes, tienen todo un conjunto de reglas que los ciclistas deben seguir al conducir bicicletas: usar cascos, usar luces en la bicicleta si es de noche, no andar por las ceras, sino por los carriles especiales para bicicletas y un monton de cosas mas. Así que Williams me tuvo que dar unas lecciones rápidas de ciclismo. Tenía años que no conducía una bicicleta, pero descubrí que andar en bicicleta es como andar en bicicleta. ¡Nunca se olvida!
Inicialmente me asustaba un poco el andar en bicicletas por las calles de Adelaide, por todo aquellos de que aquí conducen por el lado contrario a por donde lo hacemos en latinoamerica, pero una vez que me monté y anduve unas cuadras la cuestión se sintió tan natural como andar por las calles de mi país. Incluso hasta me la pasaba volteando y mirando en todas direcciones, no para evitar una colección con algún vehículo, sino para ver si algún malandrito me quería robar la bicicleta. ¡Puedes sacar al venezolano de Venezuela, pero no puedes sacar a Venezuela del venezolano!
Ese mismo dia, en una de nuestra parada de descando que yo necesitaba cada 20 minutos, entramos a una tienda de bicicletas en Rundle Mall para ver los precios. Yo no soy una persona que le importa mucho el que dirán, pero caminar por unos de los boulevares mas transitados de Adelaide con un chamo que tiene puesto un traje de licra a cuerpo completo, con colchoncito incluído en la parte trasera que pareciera que cargara pañal y con zapatos que al pisar suenan muy parecido a tacones, no es necesariamente una imagen con la que quiera ser asociado, así que fingiéndo que me interesaban las vitrinas del lado contrario de la calle llegamos hasta la tienda.
Williams examinó las bicicletas a la venta con ojo crítico y me explico acerca de los pros y los contras de cada modelo. Yo fingí interés tanto como pude hasta que llegamos a la parte donde dijo “te recomiendo esta”. La susodicha no era una gran bicleta, pero estaba en oferta descontada de $250 a $100. Pensando que $100 dolares no empobrecen ni enriquecen a nadie me compré mi bicicleta y termine gastando $230.
Bicicleta………$100
Casco…………$40
Luces…………$40
Emsamblaje….$50
Pasear en bicicleta por las calles de Adelaide…..No tiene precio….Ehhh bueno en realidad si lo tiene $230.
Debieron colocar la fuente dentro del rio por falta de espacio
La mejor excusa para sentarse sin hacer nada. Una caña de pezcar.