Mi Primera Experiencia en un Hospital Australiano

Y debo decir que no fue precisamente una de mis mejores experiencias. Aunque si lo piensas bien, nadie va al hospital a divertirse. ¿Cierto?

Todo paso hace como una semana atrás. Eran las 3:00 de la tarde y faltaba tan solo 2:00 horas para salir del trabajo cuando repentinamente sentí unas ganas de vomitar fortísimas. De esas que sientes cuando has pasado toda la noche mezclando 3 diferentes tipos de alcohol y que te hacen abrazar la poceta. Fui al baño, pero no pude expulsar nada y las ganas así como vinieron se fueron. No hice caso al asunto y regrese a mi escritorio. 5 minutos después sentí las mismas ganas, pero esta vez mientras me arrodillaba en la poceta, también sentí un dolor en el estomago. Tampoco vomité.

El proceso se repitió como 2 veces mas, acentuándose el dolor en el estomago con cada iteración. Decidí que lo mejor era irme para mi casa mientras podía, así que mande un correo a toda la oficina avisando que me iba por que no me sentía bien.

Dada la condición en la que me encontraba decidí que mejor tomaba el autobús. Iba a ser la primera vez desde que estoy trabajando allí que iba a agarrar el autobus, pero había urgencia. Empecé a caminar hacia la parada que queda a dos cuadras de distancia, pero no dos cuadras normales. Dos cuadras australianas, que son como los padres de las que en Venezuela llamamos “cuadras llaneras”, de hecho una cuadra australiana es padre como de 3 cuadras llaneras, porque puedes ver que la interceptan como 2 o 3 callesitas menores. Son tan grandes que…Bueno el punto es que son bien grandes ok, y en ese estado no me iba a tomar menos de 30 minutos llegar a la parada.

Fue uno de los momentos mas angustiosos que he pasado aquí en Australia porque mientras emprendía mi travesía tenía que detenerme cada 4 minutos a arrodillarme en la acera por el dolor. Estaba sudando y sentía que nunca iba a llegar a esa bendita parada. Dudaba, incluso si iba a poder llegar, porque hasta parecía que me iba a desmayar. Es allí, cuando una de las peores realidades del inmigrante te abofetea en la cara durísimo. Estas solo. Si tuvieras en tu ciudad natal tendrías a decenas de números a tu disposición para llamar y pedir auxilio. Podrías llamar a tu familia, a un amigo, o a Rafael para que te buscaran, pero aquí tu lista de contactos puede ser bastante pobre. Por lo menos inicialmente.

Decidí que tomaría un taxi, pero aquí esos se ven muy poco. Es otra cultura simplemente. Si un venezolano necesita un taxí, generalmente va a la calle y lo toma. Si un australiano necesita un taxi, generalmente lo llama por teléfono y lo viene a buscar. Así que no tenía mucha fé de conseguir uno asi que seguí caminando.

Cuando llegué al final de la primera cuadra me alegre. Solo debía pasar por todo esto durante unos 20 minutos mas y después podría pasar mi dolor sentadito esperando por el autobus. Pero el “God of Inmigration for Australia y New Zealand” (G.I.A.N) me sonrió nuevamente y justo venía cruzando en la esquina un taxi, vacio, y en dirección hacia mi.

Le hice señas y el taxi se detuvo, pero justo en ese momento me dio otra puntada de dolor. Me monte, pero no podía hablar para decirle la dirección a la que iba al taxista. Así que estuve allí, recostado contra la puerta, con los ojos cerrados, concentrándome en respirar y haciéndole señas al taxista que se esperara un momento. Cuando el dolor paso y pude abrir lo ojos me encontré con la cara de terror del taxista. Seguro imaginándose que recogió al paciente cero de la siguiente enfermedad altamente contagiosa que acabaría con la mitad de la población mundial. “La comida me cayó mal” le dije para que se calmara y le di mi dirección. Sin embargo, creo que no me creyó mucho porque iba mas rapido de lo necesario y cuando llegamos a la casa casí se lleva mi pie de lo rápido que arrancó

Mi esposa estaba en la sala y sin hablar me tire en el sofa y como pude le explique. Un consejo acerca de las entradas dramáticas. NO LAS HAGAN!. Mi esposa me mando a la cama y después se convirtió en un huracán de actividad dejando desastre y caos a su paso. Llamó a amigos, consiguió números de teléfono de doctores latinos, los llamó, no le gustó la respuesta y al rato estaba la vecina (Colombiana. Ya tenemos invadido esto) en nuestro cuarto llamando al número de consultas médicas.

El Número de Consultas Medicas (no se cual es el nombre real), es un número al cual llamas y te atienden enfermeras calificadas. Tu les explicas lo que tienes y ellas te dan un diagnóstico. Gratiñan, por cierto. Debido al sitio donde sentía el dolor me dijeron que no era el apéndice, así que me calme.

Tanto mi Padre como yo somos de la escuela de que el cuerpo se cura solo, así que solo me restaba reposar y todo estaría bien. Sin embargo, mi esposa no estaba de acuerdo con eso. 1 hora mas tarde estaba Dave, un amigo, en la casa listo para llevarme para el hospital. Me negué, por supuesto, pero después de como 15 minutos esuchando a mi esposa, pensé irónicamente Puedo calarme 6 horas de esto o 6 horas en el hospital.

Partimos para el hospital. Resultó que no había pensado “irónicamente” sino “Acertadamente” porque ese fue el tiempo que duramos en el hospital. Entramos por la sección de emergencias y allí explique lo que sentía. Me mandaron a un área donde tomaron mis datos personales y del seguro y después a esperar.

Como la espera era larga le dije a Dave que se fuera. No tenía sentido tenerlo castigado ahí conmigo. Supe que hice bien porque la cara de alegría que tenía mientras me preguntaba si estaba seguro no tenía igual.

Al cabo de 4 horas finalmente nos pasaron a una habitación, allí una enfermera me hizo algunas preguntas mas y después a esperar durante 1 hora mas. Cuando el Doctor se presentó me hizo otra serie de preguntas mas y unos exámenes por encimita y me dijo que todo estaba bien. Por supuesto, después de 5 horas allí ya estaba casi curado. De hecho, luego me enteraría que lo único que me faltaba para lograr una recuperación completa era ir dos veces al baño.

El Doctor, sin embargo, me dijo que ya que estaba allí me haría unos exámenes de sangre porsia las moscas. Eso implicó otra espera de una hora mientras esperábamos los resultados. Resulto que todas mis estadísticas estaban en orden y el Doctor me dio de alta junto a unos antiacidos que nunca me tomé.

La salida del hospital fue bastante sencilla. No había que pagar nada. Lo cual me sorprendió, ya que mi visa es de Inmigrante Temporal y no estoy cubierto por el seguro australiano llamado Medicare. Yo tenía entendido que normalmente uno paga y después tu seguro privado te reembolsa, pero cuando vas por emergencia la cuestión es resulta directamente con el seguro.

Salimos del hospital a las 1am y tomamos un taxi que llamamos desde una línea directa que tienen en el hospital. La gracia en total costó $30, lo que nos cobró el Taxí, pero mas me dolio el tiempo invertido. Así que en mi afán por hacer mas fácil la vida de otros inmigrantes como yo, les doy este consejo. No se enfermen. No vale todo el esfuerzo.

Paseo por el Zoológico

Por Enzo.

Me desperté como cualquier otro día. A las 5 de la mañana y llorando para que me trajeran mi tetero o “tete” como a mi me gusta llamarlo en el idioma de mi papá. Mi papá, como siempre, se levantó diligentemente a cumplir mi mandato y yo lo recompenzé, después de tomarmelo, al quedarme dormido durante unas horas mas. Yo siempre me he visto como una de esas personas que les gusta recompensar adecuadamente cuando sus comandos son cumplidos a cabalidad. Así como cuando tienes un perrito y le das una galleta cuando se hace el muerto o aprende hacer pipí fuera de la casa.

Cuando me desperté nuevamente, mi padres ya estaban en lo suyo. Mi papá me vio y se acerco rápidamente a mí y me dijo “Loquillo! te despertaste!” yo quería decirle que no era un loquillo, pero que si tenía un pajaro loco y se lo podía mostrar, pero todavía no manejo su idioma bien así que me quede callado.

Me puse a jugar un rato con él, saltando en la cama, riéndo y corriendo cuando él intentaba agarrarme porque yo se que eso lo hace feliz y tengo una naturaleza generosa. Mi papá empezó a soplarme en la barriga, lo cual por alguna razón todavía desconocida para mí me hace reir un montón. Pero me mantuve vigilante no me fuese a besar mas abajo. Lo único que me hace falta ahora es un papá gay!

Al rato mi mamá nos llamó para que fueramos a desayunar. Para variar ella egoístamente había prepara desayuno solo para ella y mi papá, aunque confieso que me parecio extraño ver un tercer plato, de plástico y un poco mas pequeño que los demas en la mesa. Pero obviamente, no era para mi porque ya para estas alturas mi mama debería saber que a mi no me gusta desayunar huevos con jamón y pan.

Como yo soy un bebe independiente, no le presté mas atención al asunto y me fuí a preparar mi propio desayuno. Arrastre la silla hasta la cocina, por de bajo de la despensa. Me monte en ella, la abrí, Me colge hasta el segundo nivel de la despensa y agarre la caja con mi desayuno favorito, galletas. Sin embargo, mi mamá, en su infinita búsqueda por hacerme la vida imposible me dijo “Epa muchachito! Deje eso ahí. Usted no va a comer galletas hasta que desayune”.

Si! Aunque ustedes no lo crean eso fue lo que me dijo… “hasta que desayune”. Eso era precisamente lo que estaba tratando de hacer, desayunar. Debo confesar que algunas veces tengo mis dudas acerca de de si mis padres se les podría calificar con la etiqueta de seres inteligentes.

Levante mis brazos y llorándo fui para que mi papá que en algunas ocaciones muestra signos de estar cercano a ganarse la previamente nombrada etiqueta porque siempre me da las cosas que quiero, pero se negó firmemente y me dijo “come Enzo para que vayamos para el zoológico”. Es en esos momentos cuando me doy cuenta que lo mas cercano que va a lograr estar de un ser inteligente es cuando me carga. Viendo que la injusticia iba a prevalecer nuevamente en mi hogar, me fui para el cuarto a ver mi CD de Hi-5 y los dejé ahí en la cocina para que pensaran en lo que habían hecho. 

Además, no todo estaba pérdido. Ellos habían cometido un grave error. Uno que yo sabría como explotar para mi beneficio. Ibamos al zoológico. Yo no tengo idea que diablos es eso, pero si sé que implica tomar el autobus y una vez allí todo lo que tengo que hacer es tratar de saltar sobre los asientos o correr por el pasillo del autobus para que mi mamá me de chocolates bajo la promesa de quedarme sentado. El desayuno estaba en camino.

Después de una travesía de 15 minutos (el llamado zoológico queda en pleno centro de la ciudad) llegamos a nuestro destino. Mi papa estaba mas emocionado que chavez cuando visita a Fidel, hasta que se entero que tenía que pagar $74 para entrar y de allí en adelante tuvimos que calarlos la ya muy común cancioncita, “Naguara con $74 me hubiese comprado un tercio de Wii”.

El zoológico es algo que no me esperaba. Es un lugar donde muchos animalitos son mantenidos en jaulas en contra de su propia voluntad. Donde son alimentados con comida que no es necesariamente la que ellos escogerían para si mismos. Donde viene gente todos los fines de semana y le dicen a los animalitos “miralos, que lindos!”, donde a cierta hora el show se acabo y todo el mundo a dormir. Me recordó mucho a mi casa y estoy mas que seguro que a esos pobres animalitos no les permiten ver televisión después de las 9pm. Lo cual es una prueba mas de que hay algo malo con este mundo.

Sentí un escalofrio al ver todo aquello, pero entré igualmente porque ningún bebe debe mostrar debilidad al frente de sus padres. Sería simplemente darle otra arma en tu contra. Además, mi papá me había alquilado un carrito y tenías muchas ganas de montarme en él.

Paseamos por el zoologico. Como todas las cosas aquí, verde, limpio, ordenado y hasta buen olor tenía. Lo cual me sorprendió dado que con tantos animalitos haciendo sus necesidades fisiológicas en cualquier lado me imagine que el sitio tendría un olor diferente. Algo así como el olor de mi cuarto.

El zoológico estaba dividido por áreas: mamiferos por un lado, que tu los podias reconocer porque se la pasaban pegados de sus mamas. Yo los miré con tristeza. No entienden que es así como les dan poder. reptiles, aves, animales de africa, felinos, animales acuáticos. Un poco para todos los gustos.

No solo eso, habían también sitios para comer y tiendas donde podias comprar recuerdos y juguetes. Esa era también la zona de injusticias, por lo visto, porque habían varios niños llorando. Allí hoy los gritos mas desgarradores de mi vida. Provenian de la niña mas hermosa que jamas había visto. Un pequeño angel llorando en los brazos de sus padre, que le había quitado sus chocolates. Quien sea que inventó la frase “tan fácil como quitarle un dulce a un bebe” obviamente nunca a intentando quitarle un dulce a un bebe

Me llené de impotencia de solo pensarlo, recordando a su vez, mis propios traumas emocionales, enormes cantidades de chocolate que no se me han comprado, globos que han quedado intacto en tiendas porque no me dejan agarrarlos y un sin fin de cosas mas.

Todo lo que quería en ese momento era crecer. Crecer para enseañarle a ese malvado padre una lección y proteger a esa inocente criatura. Todo lo que pediría como recompensa, seria que quizas dentro de unos años, posiblemente en la universidad, cuando nuestros caminos se cruzaran nuevamente se recordará de mis valientes esfuerzos y me regale su colección de CD’s de Hi-5 o algo así

Después de ese pequeño incidente que casí me arruina todo el viaje seguimos por nuestro paseo. Llegamos a un área que, al parecer, era muy popular y nos abrimos paso para ver la razón de tanta conmoción. Era un área que contenía unos animalitos que parecían un ratícas bien alimentadas, pero que se comportaban de forma extraña. Todos estaban parados sobre sus patas traseras y mirando fijamente al horizonte. Sin voltear y si observavas bien, creo que sin pestañar.

Yo sentí curiosidad y trate de descubrir que era lo que tanto veían, pero no había nada allí que ver. Si sabía, sin embargo, que esas cositas se traían algo entre manos. Su persistente mirada al horizonte me lo decía. Es como cuando andas por la calle y ves a alguien caminando sólo con una sonrisa en la cara y no puedes evitar preguntarte que estará tramando.

Las cositas seguían allí paradas, mirando lejos, con excepción de alguna que otra que rompía filas y corría hacía la madriguera para luego regresar. Mi papá y yo nos miramos y entendimiento cruzó por nuestros ojos. No había necesidad de decirnos nada, simplemente empezamos a alejarnos de allí poco a poco y tratando de no hacer movimientos bruscos. Mi mamá quería quedarse allí un rato mas y yo consideré decirle lo que estaba pasando, pero ¿para que? Ella no lo entendería. Lo único que haría sería calificarnos injustamente, a mi y a mi papá, como mentepollos. 

Luego del susto anterior llegamos al zoologico de niños. Que es como otro zoologico, dentro del zoológico orginal, pero para niños. Quien lo hubiese imaginado!

Allí habian juegos y animales como ovejas y llamas (que por cierto, sin importar cuanto lo hicieras nunca venían). Podias acariciarlas y jugar con ellas. Mi papá y yo decidimos cabalgar por la justicia en una especie de caballito de madera que había en el sitio que yo creo que estaba muerto porque no se movía.

Ya finalizando el recorrido llegamos a la parte que casi trajo lágrimas a los ojos de mi papá! “Finalmente siento que verdaderamente estoy en Australia” dijo en tono solemne mientras veía a su primer canguro. Que mamita!

 

 

Punto de Vista de los Zuricatos

Suricato Lider: Suricatos! mantengan formación continuén mirando. Es la única forma de evitar sospechas!
Suricato Hanna: Señor creo que hemos sido descubiertos. Algunos de los humanos nos miran con mucha intensidad.
Suricato Carlos: Estamos todos parados en 2 patas y mirando, sin razón aparente, a un punto en el espacio. ¿Que esperabas? animal del monte.
Suricato Hanna: sabes si eso no fuera verdad me sentiría ofendido.
Suricato Landy: Corran! Corran por su vidas! Hemos sido descubiertos. Salven las cervezas primero.
Suricato Lider: NO ROMPAN FILAS GUSANOS! Suricato Jhosmer, Suricato Landy esta perdiendo la compostura. Necesita apoyo moral.

Suricato Jhosmer deja de jugar Dofus en su computadora dentro de la madriguera y le da dos bofetadas a Suricato Landy.

Suricato Landy: Gracias señor lo necesi…

Suricato Jhosmer le da dos bofetadas mas a Suricato Landy por puro placer sadístico.

Suricato Hanna: Suricato Lider a las 3 en punto. Esos humanos parecen saber algo.
Suricato Lider: Tienes razón Suricato Hanna! Debemos hacer algo! Tu, Suricato Carlos y Suricato Jhosmer vayan a la madriguera e informen de los sucedido al lider supremo y por el amor de Dios llevénse a Suricato Landy con ustedes. El resto de los suricatos manténdremos la posición.

En la madriguera los Suricatos establecen una conexión satelital con el cuartel general.

Suricato Hanna: Suricato Hanna a Cuartel General. Responda Cuartel General.
Suricato Germania: Buenas tardes! Este es el cuartel general. Suricato Germania al habla ¿como puedo ayudarlo?
Suricato Hanna: Solicito hablar con el el lider supremo
Suricato Germania: el lider supremo se encuentra ocupado en estos momentos. Le quiere dejar un mensaje.
Suricato Carlos: NO TENEMOS TIEMPO PARA DEJAR UN MENSAJE! EL FUTURO DE LA MISIÓN ESTA EN JUEGO. NECESITAMOS HABLAR CON EL LIDER SUPREMO AHORA!
Suricato Germania: mira mijito. A mi no me hables asi. Yo no soy muchacho tuyo. Además vete pa´que ten lama un bur….

En esos momentos una figura envuelta en una túnica oscura, presiona un boton y una puerta trampa se abre debajo de Suricato Germania, enviándola directamente a una versión del infierno donde los chismes no existían.

Psicobruja: Aqui Lider Supremo. Informen!
Suricato Hanna: Si.. ehh.. bueno… Lider Supremo, tenemos… eh… malas noticias… creemos…que la mision… ehh… ah sido comprometida.
Psicobruja: No tengo todo el dia Suricato Hanna. ¿Que te hace pensar eso?
Suricato Hanna: bueno… es que…

Después de presionar otro boton una segunda puerta trampa se abre y envia al Suricato Hanna a un infierno donde ninguno de sus clientes le paga las cuentas que le deben.

Psicobruja: Juro que es com hablar con una media. Tu Suricato Landy, continúa el informe.
Suricato Landy: Cerve…

Una tercera puerta se abre y envia a Suricato Landy a un infierno donde las cervezas tienen 0 grados de alcohol.

Psicobruja: Él es demasiado fastidioso. Hoy en dia no hacen a los lacayos malignos como antes. Suricato Carlos continúa el reporte.
Suricato Carlos: Madam Psicobruja. Creemos que unos humanos descubrieron nuestro plan.
Psicobruja: ¿Como?
Suricato Carlos:Usamos las técnicas de lectura de lenguaje corporal que usted nos enseño y llegamos a la conclusión que ellos saben nuestro plan.Toda la misión esta comprometida. Debemos abortar.
Psicobruja: Describe a estas personas.
Suricato Carlos: Uno era un niño como de 2.5 años y el otro un tipo muy buenmoso con aires de ser una persona trabajadora, amorosa y honesta. Creemos que es el padre del chico. Otra humana lo llamó Gian.
Psicobruja: GIAN!!!! Él otra vez! Conque nos encontramos de nuevo mi pequeño amigo inmigrante. Creo que es hora de poner en marcha el Plan “Hail Robbin Rotten”

Y lo único que se escucho a partir de allí fue una risa maléfica y escalofriante junto a un grito de terror que salia de la garganta del Suricato Carlos mientras caía inexorablemente en un infierno donde todo el mundo debía madurar y comportarse responsablemente.

Continuará…

La Copa Melbourne

Este 02 de Noviembre se celebró la Copa Melbourne en Australia. Al igual que con cualquier tipo de evento deportivo aqúí en Australia había una excitación general en el país con el acontecimiento.

En todos los cafes y bares de la ciudad se veían letreros invitando a la gente a ver el evento en el local y ofreciendo sus productos (cerveza) a precio mas económicos. En la propia Melbourne es un dia tan importante que hasta es considerado feriado y en este tipo de paises no muchos dias son considerados feriados.

En la empresa todos fuimos vestidos con nuestras mejores ropas de domingo ese día, imitando la forma como va la gente a esas carreras y organizamos rondas de apuestas y premios para los mejores vestidos.

Yo gané en unas de las carreras el segundo lugar y me llevé para la casa la grandiosa suma de $13. Después de las carreras cada quien escribió en un papel su voto para los premios de “Hombre Mejor Vestido”, “Mujer Mejor Vestida” y “Mejor Sombrero de Mujer”.

Ya que no muchos de los hombres que trabajan allí se pusieron sus pintas, vi que tenía cierta posibilidad de ganarme el premio hasta que Terry, mi jefe directo en la parte de informática, entró a la habitación. Traje de pinguino, Sombrero de Mafioso, Lentes oscuros y el toque de gracias, unos binoculares para poder ver con lujos de detalles la carrera en la televisión que estaba a dos metros de distancia. Todas mis esperanzas se desvanecieron, pero por lo menos fui recompensado porque la mamadera de gallo que le montaron no fue normal.

Sin embargo, mi imponente físico y perfil de actor de televisión se impuso y gané. Llevándome el codiciado premio a la casa. Bueno, quizas decir que gané puede ser una pequeña exageración. Lo que paso fue que ya para la mitad del conteo de votos Terry acaparaba el total de los 10 votos que habían sido contabilizados al momento y anuncio que como ´él es una persona tan generosa y blah blah blah iba a donar su premio a el segundo lugar y casualmente el 11avo voto fue para mi.

La votación en total quedó 18 votos a favor de Terry y un único, solitario, ermitaño, voto a mi favor. Si me preguntan creo que hay hubo gato encerrado porque Terry tambien quedó de segundo lugar en el concurso de “Mujer Mejor Vestida” y “Mejor Sombrero de Mujer” con 4 votos en cada área. Pero yo soy un buen perdedor y no dije nada al respecto. Además que fuí yo quien se termino llevando la cajita de deliciosos chocolate a su casa. Que por cierto, en un descuido se los comieron todos entre Enzo y Bexi, sin importarles todo el esfuerzo que tuve que hacer para ganarlos.