El verano a finalmente llegado a Adelaide. Lo sé porque desde hace un par de semanas atrás deje de usar mis interiores largos tipo pantalón cuando salgo, algo que durante invierno no haría ni loco. Aunque la fecha oficial es el 01 de diciembre ya a partir de octubre se empiezan a sentir días de calor y no puedo describirles mi alegría el primer día que salí solo con una franela y en lugar de sentir esa brisa gélida en los brazos que te pone la piel de gallina, sentí una briza calentita que te hace estirar tus brazos para sentirla toda.
En estos momentos se tiene un clima bastante agradable. En el día la temperatura ronda los 17-22 grados y en las noches puede bajar hasta los 10 grados. Lo que te da una combinación de suficiente calor durante el día como para salir en franela y friito en la noche para dormir bajo las colchas.
Es tan bien el comienzo de la temporada donde los deportes al aire libre reinan y no puedes pasar por ningún parque con instalaciones deportivas sin ver a gente jugando algún deporte, trotando o caminando rapidito.
Para mi también significa temporada de parrillas. Durante todos mi años en Venezuela nunca hice una parrilla. Yo era más bien el chamo que se paraba al lado del que hacia la parrilla con una cerveza en la mano, echando cuento y robándome pedacitos de carne cuando podía. Ni el carbón sabia prender para que se hagan una idea de lo grave que era la situación.
Esa persona que usualmente prendía el carbón y hacia la parrilla era mi amigo/primo segundo Jhosmer que era el parrillero oficial de la familia. El era también mi némesis oficial en todos los juegos de computadora de red que jugábamos y en ajedrez, y tuvimos incontables duelos para medir nuestra hombría. Aunque ahora que lo pienso quizás la palabra "nemesis" quizás sea un tanto dura. El era, mas bien, como una pequeña molestia.
Ahora, en cambio, no me explico cómo pude vivir tanto tiempo sin hacer parrillas. En Venezuela, en alrededor de 5-7 anos que viví en mi apartamento solo hice como 2 parrillas. Para mí las parrillas eran, mas bien, un evento en casa de mi padre al que yo asistía, y ahora me pregunto porque nunca hice parrillas. Porque no, cada fin de semana, llamaba a mis amigos y pasábamos un domingo agradable?
Yo se que cada quien estaba ocupado viviendo su vida o quizás sobreviviendo su vida, pero es posible que eso siempre sea la raíz de todo? Una dura situación económica que te obliga a concentrarte en todo momento en producir y no te da chance para pensar en disfrutar. No lo sé, pero ahora me encuentro deseando que mis amigos estuviesen cerca e invitarlos a sentarnos en una mesa, comer algo sabroso, tomarnos unas pocas cervezas y pasar un momento agradable hablando acerca de la semana, el progreso en trabajo, las nuevas travesuras de los niños y compartir un momento agradable. Algunas veces se siente como si hubiese perdido, o quizás desperdiciado 5-7 años de mi vida. Quizás mas aun.
Wow! se supone que iba hablar de algo alegre y termine poniendo todo melodramático, así que mejor lo dejo hasta aquí. Pero antes de irme les dejo algunas fotos del verano pasado.
La parrillera de gas
La parrillera de carbon
Otra de Carbon que me tumbe en el trabajo recientemente
Creo que aqui estaba estrenando la de carbon
Bexi ayudando bastante
Haciendo todo el trabajo duro
El maiz australiano en la parrilla es una de las cosas mas deliciosas que hay
Resultados
Con los Australianos
Con los venezolanos que llegaron justo a la hora de comer
Con los vecinos
Con otro monton de gente
En casa del vecino
Esta foto me encanta
En uno de los 2,549,948
2 parques
Con el parquesito para que Enzo no echara tanta vaina
En East Terrace
