sábado, 19 de diciembre de 2015

La conversación más triste que he tenido con mi hijo

Enzo estaba viendo televisión. Yo recién había llegado del trabajo y no me provocaba sentarme al frente de otra pantalla. Estaba aburrido y no tenia nada que hacer. A mi no me gusta no tener nada que hacer, prefiero mucho mas tener un montón de cosas que hacer y después no hacerlas. 

Como acostumbro en estos casos fui a fastidiar a Enzo un ratico para que se me pasara el aburrimiento.


Traducción de la conversación
La conversación en su idioma original
Enzo necesitamos hablar le dije en tono serio. El ya sabe que cuando empiezo una conversación de esa forma es porque le voy a exigir que abandone sus planes de conquistar a el mundo o porque quiero discutir el progreso de nuestra misión secreta en la que tenemos que terminar el juego de Zelda Wind Waker o sino el mundo se acabara o porque le voy a confesar que en realidad soy un super heroe.
Enzo we need to talk
Arghhhhhh me respondió como si fuera yo el que se despertó 2 veces por noche a pedir tetero,  durante los primeros tres años de su vida.
 Arghhhhhh
Enzo es hora de abrazos mágicos le dije sin vacilar. Esto es una antigua tradición que tenemos en la casa que remonta a la epoca en que Enzo nacio y en la que yo lo abrazo y lo aprieto lo más fuerte que pueda
Enzo it's magic cuddle time
Oh respondió de forma seca. Lo siento papi pero los abrazos mágicos no pueden seguir. Me dijo evadiéndome la mirada. Como si fuese una decisión que había estado debatiendo por meses y que finalmente tuvo el valor de anunciar.
Cualquier otra respuesta hubiese sido bien. Si se hubiese puesto a correr lo hubiese perseguido, lo hubiese agarrado y lo hubiese apretado. Si se hubiese puesto bravo, me le hubiese lanzado encima y le hubiese dado besos hasta que se riera, pero esto se sentía diferente. Se sentía definitivo.

De repente, me estaba observando desde afuera y era como ver un espejo que le van saliendo grietas hasta que se quiebra en pedazos. Solo que no. Todavía estaba allí parado, viéndolo, sin poder decir nada.
Oh… I am sorry Papi, but magic cuddles can't go on
Nunca mas? fue todo lo que pude responder patéticamente después de unos largos segundos
Not ever?
Lo siento papi
Sorry Papi

Me fui a mi estudio sintiéndome entumecido. No sentía lágrimas en los ojos, ni nada por el estilo, pero el sentimiento era 10 veces peor que la veces en que si he llorado como cuando me resigne a que había perdido mi cabello.

Me fui para mi estudio y me senté en mi computadora sin encenderla y como al minuto entro Enzo y me dijo...


Ok Papi, pueden haber abrazos mágicos los viernes y se fue
Ok Papi, there can be magic cuddles on fridays


Con una gran sonrisa encendí mi computador y me puse a navegar lleno de felicidad porque solo faltaban dos días para el viernes.

2 comentarios:

depyaoz dijo...

jajaja a todos les llega Gian, los hijos crecen muy rápido. De solo pensar que hace 5 años que estan allá... Te habrá pasado volando.

Aprovecho para tirarte un tema a ver si no es tan complejo y podes hacer un post sobre esto. Cambiar de trabajos en Australia, es la misma experiencia que acá en latinoamérica o es distinto? Acá, por ejemplo, si uno consigue entrevistas tiene que ir a escondidas, si recibe llamadas relacionadas a eso tiene que ir a un lugar donde nadie escuche. Y solamente se comenta la salida cuando aproximadamente ya se tiene una fecha de entrada en el otro trabajo. Supongo que está en el miedo a perder los dos y quedarse sin nada.

GianSaro dijo...

Excelente tema depayoz. Ahorita en vacaciones escribo un poco sobre eso. Gracias por la idea