sábado, 27 de marzo de 2010

Población Traumatizada

Hoy nos despertamos alrededor de las 3 de la mañana al sonido del
intercomunicador sonando desesperadamente. Mi esposa y yo nos
levantamos y como el intercomunidor no sirve para hablar (cosa rara en
un edificio de condominios) me disponía a bajar rápidamente para ver
quien estaba tocándo el intercomunicador como si su vida dependiera de
ello.

Mi esposa alarmada me detuvo y me dice

- "No Gian no bajes, tu no sabes quien puede ser!"
- "por lo visto es urgente" le dije, mientras me disponía a prender la
luz, lo cual alarma a mi esposa aún mas y me dice
- "No, no prendas la luz, se van a dar cuenta que estamos aquí. Quizas
son unos malandros que vieron que el vehículo está abajo y están
tocándo el intercomunicador de esa forma para que abramos y robarnos"

En este momento ya a mi me empezo a dar miedo la cuestión y de verdad,
que no sabía que hacer. Por un lado su historia aunque extremista tenía
sentido y peores cosas he presenciado en este país. Por otro lado,
alguien podía estar abajo urgido y en necesidad de que le abrieramos.
Gracias a Dios mi indecisión solo duro poco porque sono el teléfono,
atendimos y era mi madrastra diciéndonos que habían rebodao en el
negocio de mi padre y que bajara. Es impresionante el nivel de paranoia
al que podemos llegar en este país y me pregunto si ese miedo que
persigue a mi esposa la dejará algún día. Quizas sea algo que solo
vivir en un país como Australia durante 3 años o mas pueda ser el
remedio para su condición.

Luego de bajar, me encontre con la secretaría de la empresa junto a
unos policías que la habián traído. Mi madrastra, al no poder
comunicarse conmigo (yo dejo el telefono fuera del cuarto para que la
familia de mi esposa que tienen la bonita costumbre de llamar todos los
dias a las 6 de la mañana no me despierten) llamo a la secretaría y la
fue a buscar para ir al negocio (i eso no es ir mas allá del deber, no
se que lo és).

Nos fuímos hasta la empresa y descubrimos que los malandros no habían
robado nada. Al forzar la puerta y entrar sono la alarma lo cual los
habrá echo correr. Luego el vigilante, desato las cuerdas que lo
amarraban y se fue hasta la comandancia de policías ubicada a 3 cuadras
de distancia. Fueron estos que llamaron a mi Madrastra. Para el momento
que ella llego ya los policías habían revisado el local y lo primero
que le dijeron fué "Todo está seguro aquí. No hemos tocado nada"

Curioso que la reputación de los policías esté a un nivel tan bajo que
ellos mismos deben asegurarte que no tocaron nada y fue esto
precisamente lo que desencadeno un conversación que me llamo mucho la
atención al dia siguiente.

A la mañana siguiente fui a buscar a mi madrastra y fuimos a buscar a
Rafael, su hermano que es de esas personas que todo lo arregla y un
compañero de birras y partidas de domino en los tiempos en que tenía
tiempo para rumbiar, para que arreglara la puerta que los malandros
forzaron.

- "Entonces Mery, ¿Que fue lo que paso?", pregunta Rafael.
- "Que ayer entraron a robar en el negocio y dañaron la cerradura."
- "Conchale! ¿y que se robaron?"
- "Nada resulta que la alarma sono y los ladrones se escaparon y eso
que justo sobre el escritorio estaba el depósito del día que Carla
había dejado allí."
- "Cuando Mery llego ya la policía estaba allí." agregue yo.
- "Conchale entonces que les llevaron los policias? porque esos son así
mientras van caminándo se van metiendo lo que pueden en el bolsillo"
dice Rafael.
- "No vale! eso es lo mas asombroso. No se perdió nada. De hecho aquí
cargo la plata que estaba en el negocio", responde Mery
- "Que?" pregunta Rafael "Se salvaron de los malandros y de los
policias! van a tener que jugarse un triple, están de suerte."
- "Bueno quizas la empresa se salvo de los malandros y de los polícias,
pero vamos a ver si se salva de Mery que ya se metió la plata en la
cartera." Esto ultimo le parecio muy gracioso a Rafael. No tanto a
Mery.

Que tan triste puede ser que desconfies tanto del organismo encargado
de velar por la seguridad como de las propias personas que buscan
burlar a esa seguridad.

Que tan triste puede ser que al tocar tu puerta un poco mas tarde de lo
normal lo primero que pase por tu cabeza es que es una estrategía de la
delincuencia para quitarte tus bienes o peor.

3 comentarios:

Julio César Martínez G. dijo...

Se está haciendo bastante común, situaciones como las que narras que te sucesidó. Ojalá mientras no emigres, puedas colaborar con ideas que se puedan implementar para bajar los casos delictivos.

Aun el narrar este tipo de experiencias, permite tomar con humor y reflexión situaciones que han superado otras ciudades ej. New York, Calí, Medellín, Bogotá, Río de Janeiro, Londres, etc.

...Y a la hora de votar, si lo haces, ¡ piensa bien ¡ quienes pueden hacer un mejor trabajo en la próxima Asamblea Nacional.

GianSaro dijo...

Hey Julio! que agradable conocer otro "blogero" de Acarigua. Creía que era el único (un poco creído yo no?).

En cuanto a ídeas para resolver el problema de la delincuencia. Creo que mi capacidad intelectual no da para resolver un problema de semejante magnitud.

Peor aún, creo que mi fé en que el problema pueda ser resuelto en lo que me queda de vida es muy poca. Una mas de las razones por las que me voy.

Pero sólo el tiempo dirá y ciertamente escoger buenas autoridades que nos gobiernen es un paso en la dirección correcta.

Esperemos que empecemos a escoger bien porque tenemos demasiado tiempo no haciéndolo y no solo me refiero a la última docena de años, sino a muchas docenas de años atrás.

Carlos dijo...

Aquí en nuestro queridisimo país, y no es que no lo queramos, para nada, a nuestro país lo amamos, a los que de plano no queremos es a nuestros benditos gobernantes, bueno..

Que bien que te hayas librado de los ladrones y los polecias, jeje.

Aquí en México, mas miedo le tenemos a la policía que a los ladrones..

En tanto mucha suerte!!