Una cosa que me ha preocupado enormemente es que tan bien se vaya adaptar Enzo al frio. Es especialmente preocupante porque Enzo es de esos niños que no le gusta andar vestido y apenas llega a la casa la ropa empieza a volar. Esto se debe a que en Acarigua, mi ciudad natal, la temperatura es extremadamente caliente, al punto que todos los días oirás a alguien hablar del calor, pero nunca del frio.
Aquí en Adelaide, sin embargo, estamos en época de invierno y el frio de verdad es bastante fuerte. Algunas mañanas cuando salgo para el trabajo la temperatura puede estar en los 2° centígrados.
Germania que ha estado viviendo con mi esposa durante estos últimos 3 meses para hacerle compañía, compartir gastos y ayudarla en la casa se le ocurrió hacer un viajecito a Merida en parte para pasear y liberar estrés, en parte como despedida y en parte como precalentamiento (captaron la ironía de esa última palabra) para el frio que van a tener que soportar dentro de poco. Estas son las fotografías que me mandaron:
Un charquito de agua en la cima de la montaña.
Observen el paisaje atrás.
Mi familia.
Bexi, Enzo y Gabi la hija de Gemania y segunda mamá de Enzo.
Germania de salía que hasta en mi blog tiene que aparecer. No se quien la invitó para ese viaje.
Solo me queda una sola cosa que decir Germania. Y léela bien porque es la única vez que lo voy a decir o escribir. ¡Gracias por todo amiga!
Como tributo te escribo en este blog lo que te escribí en esa fotografía que te regalé hace tanto años atrás. No sabía que todavía la guardabas y ni siquiera me recordaba que lo había escrito hasta que Bexi me la mostró y confirmé que era mi letra, pero describe tan perfectamente nuestra relación que pensé en dejarlo aquí para la posteridad.
Con cariño para mi mejor enemiga. Nunca odiaré a nadie mas de lo que te odio a ti.
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